

Psicoterapia Integral.
Caminando hacia el reencuentro con tu Verdadero Ser
Diksha y cambios Neurofisiológicos:

Extracto del artículo “Un comentario Científico acerca de las Enseñanzas de Sri Kalki Bhagavan”
Por Christian Opitz (neurofisiólogo, bioquímico, herbalista y escritor).
La Iluminación ha sido asociada con un cambio en la función cerebral en varias tradiciones espirituales. Sri Bhagavan, el fundador de la “Oneness University”, está expandiendo este conocimiento sobre el rol que juega el cerebro y su Neurofisiología en la transformación espiritual. Diksha es una transferencia de energía que está diseñada para provocar un cambio permanente en los patrones actuales neurológicos del Cerebro. Las declaraciones de Sri Bhagavan acerca de los cambios inducidos en el cerebro a través de la entrega de Diksha pueden ser confirmadas con los resultados más avanzados de la física y la neurociencia.
A continuación, me gustaría presentar una comparación entre algunas de las afirmaciones de Sri Bhagavan y mis propios descubrimientos en el estudio del cerebro a través de los medios de la física y la neurofisiología:
1.- Lóbulos Parietales y Percepción de Separación
Sri Bhagavan describe que la desconexión de los Lóbulos parietales es un suceso esencial en el proceso de la Iluminación. De acuerdo a algunos científicos, una función de los Lóbulos parietales es permitir la orientación en el espacio físico. Usted puede dar por sentado que se puede atar los cordones de los zapatos y caminar a través de una puerta, pero esto sólo es posible debido a la furiosa actividad neurológica en la parte trasera de los lóbulos parietales.
En el plano físico, la capacidad de distinguir y percibir los límites es esencial en nuestra capacidad para llevar a cabo diferentes tareas. Sin embargo, en el cerebro humano, esta zona en los lóbulos parietales se encuentra crónicamente hiperactiva. Con esto, nuestro cerebro no tiene más remedio que interpretar esta hiperactividad asumiendo que la separación tiene más realidad que sólo en el nivel de los objetos físicos. La conclusión es que debido a esto nos percibimos "existencialmente separados". El sentido del “Si mismo” es creado por el cerebro constantemente en reacción a la sensación de que lo percibido es un “otro diferente de mi”.
La neurociencia ha demostrado que en meditación u oración profunda, esta zona en los lóbulos parietales es bloqueada temporalmente. Esto genera estados temporales de expansión de conciencia, ya que la “sensación del yo separado” no puede encontrar sus límites habituales y se expande para encontrarlos. Sin embargo, esta es una experiencia temporal, y depende de la función alterada del cerebro. Una sensación permanente de conciencia de unidad es casi imposible de alcanzar de esta manera. Esto nos lleva a la enseñanza de Sri Bhagavan de que la Iluminación tiene que ser entregada [como un regalo o bendición de la Gracia Divina], no puede ser alcanzada por el esfuerzo propio. Diksha parece inducir un proceso de transformación en los lóbulos parietales que cambia permanentemente su función a un nivel natural, donde las fronteras físicas se pueden percibir pero la hiperactividad cesa. La amígdala-hipocampo [área del cerebro estimulada por la hiperactividad en los lóbulos parietales] no tendría entonces ningún motivo para crear el sentido existencial del yo separado.
2.- Lóbulos Frontales y la Realización en Dios.
Sri Bhagavan dice que la activación de los lóbulos frontales está involucrada en el proceso de la Realización de Dios. La experiencia de la iluminación, de la no-separación, no necesariamente coincide con la experiencia de un Dios vivo o de la Presencia. La enseñanza de Sri Bhagavan es que luego de la desactivación de la hiperactividad en los lóbulos parietales es necesario pasar de la Iluminación a la Realización de Dios. Él dice que la activación de los lóbulos frontales es un cambio neurológico necesario para que Dios cobre vida/despierte en la conciencia de una persona. Los lóbulos frontales están asociados con la voluntad individual. Muchas tradiciones místicas hablan acerca de la fusión de la voluntad individual con la voluntad de Dios como una puerta y el resultado es la Realización de Dios. Sin embargo, esto no puede suceder si en los lóbulos frontales hay baja actividad.
Mis propios descubrimientos en neurofisiología, muestran que los lóbulos frontales de prácticamente todas las personas están crónicamente poco activos. Esto quiere decir que simplemente no tienen suficientes neurotransmisores ni la energía eléctrica para funcionar en cualquier rango cercano a lo óptimo. En el nivel de la experiencia subjetiva, esto es igual a una voluntad propia débil y a una sensación de aburrimiento. El aburrimiento sólo es posible con la hipofunción (baja actividad) de los lóbulos frontales.
La dopamina es el neurotransmisor esencial para la actividad del lóbulo frontal, es necesaria para que florezcan los sentimientos de encanto con la vida y de felicidad, también se encuentra presente en aquellas experiencias de unión mística con Dios. La falta de dopamina aumenta el impulso de la persona para mantener su propia voluntad y no dejarse fundir con una realidad más grande, porque algo se siente aún incompleto en el nivel individual. Es como morir: una persona se siente completa y plena en su vida experimenta el momento de muerte de una manera mucho más fácil cuando este llega. Una persona que siente que falta algo su vida a menudo se aferra mucho más a esta resistiéndose a morir.
Si Diksha tiene el efecto de activar los lóbulos frontales, esto podría dar el máximo florecimiento de la voluntad individual. En el pleno florecimiento de la voluntad individual, naturalmente esta llegaría a fusionarse con la Voluntad Divina. Desde esta perspectiva, un “gran ego” es en realidad nada más que una compensación de un ego débil que busca su propia plenitud. Pero sin la plena activación de los lóbulos frontales y la saturación de la dopamina, el ego nunca encontrará su propia realización y la posterior fusión en Dios.
3. La importancia del Cuerpo en el proceso del Despertar y la Realización en Dios
El diseño original del cerebro humano es percibir la Unidad como la realidad intrínseca de la vida. Este diseño original está latente, pero necesita del correcto funcionamiento del cerebro para ser anclada en la conciencia humana. Si Diksha sintoniza el cerebro de una persona con los "Campos Sintrópicos" de funcionamiento óptimo del cerebro [aquellos que contienen la información para el correcto funcionamiento de la Vida], la conciencia individual no tardaría en darse cuenta de la Unidad de la realidad.
(…)
Desde esta perspectiva, es lógico suponer que la transformación espiritual tiene que estar anclada en el nivel físico. Cuando se alcanza el nivel más denso de la manifestación, todos los otros niveles son atendidos automáticamente, porque la materia no esta en absoluto desprovista de las dimensiones superiores de la creación. Por el contrario, la materia aparece tan densa ya que incluye todos los otros niveles. Así que cuando el nivel material o biológico se ilumina, todo lo demás está incluido.
En el nivel genético, es interesante observar que el ADN humano es de 173 centímetros de largo. Sólo 3 cm llevan la información genética activa. La bioquímica moderna se encuentra confundida en este aparente derroche de la naturaleza y llama a las partes inactivas de los intrones del ADN “el material de desecho inútil”. Esta es una suposición muy cuestionable, ya que la naturaleza no produce residuos en cualquier lugar. Los intrones son en mi opinión (de nuevo me desvío de la ciencia oficial) igual al potencial espiritual latente del ser humano.
Mi opinión es que Diksha inunda las partes inertes del ADN con fotones, activándolas de esta manera. Los fotones son el puente de la naturaleza entre la energía sutil y la materia. “Fotoresonancia” es el proceso por el cual la información de los reinos sutiles se distribuye desde el ADN a través de la célula. Los 3 cm de material de ADN habitualmente activo, llevan la información necesaria para la mera supervivencia, pero cuando el resto de la molécula de ADN [los 170cm restantes] se activa, podemos avanzar mucho más allá de la mera supervivencia y despertar todo nuestro potencial.
4. El Cerebro y la Mente primitiva colectiva.
Sri Bhagavan dice que la mente colectiva o Mente Antigua determina nuestro estado individual mental. En la década de 1950, el Dr. Hans Selye, endocrinólogo de la Universidad de Montreal, mostró que el cerebro de toda persona normal está en un estado crónico de estrés de supervivencia que sólo sería apropiado en una situación que amenaza gravemente la vida. Esta respuesta de estrés es algo a lo que nos hemos adaptado tan profundamente que no lo percibimos más como algo particularmente estresante. Sin embargo, en este estado estresante, estamos obligados a estar muy condicionadas por el medio ambiente y el inconsciente colectivo.
La investigación del cerebro muestra que los patrones de respuesta al estrés causan un predominio de las ondas Beta de alta frecuencia en el cerebro. Mientras que en el Cerebro está en un estado Beta, sólo es capaz de operar a través de patrones estímulo-respuesta primitivos que adoptamos en gran parte de nuestro medio ambiente y la conciencia colectiva de la humanidad, y el cambio real es casi imposible. Beta es también el estado de la menor capacidad de autocuración del cuerpo.
La práctica espiritual puede, hasta cierto punto, relajar la respuesta al estrés del cerebro y permitir una mayor presencia de ondas alfa, theta y delta. Sin embargo, las investigaciones muestran que la práctica espiritual individual es mucho menos eficaz que recibir [a través de la Gracia] una sintonía con campos sintrópicos de la vida y de la Unidad.
Puesto que la naturaleza está en sintonía con los campos sintrópicos de la vida, arrastrará al cerebro humano con sus propios campos sintrópicos mucho más rápido que cuando un cerebro “desajustado” busca su propia sintonía a través del esfuerzo. Mi argumento es que en la práctica individual, gran parte de la energía con la que el buscador realiza sus prácticas proviene de la Mente Primitiva, de la lucha y la carencia, nuevamente, la búsqueda se basa demasiado en el problema y no en la solución. Esta parece ser la más cercana de las validaciones científicas que puede haber acerca de la necesidad de la Gracia Divina.
Traducido y editado (para ofrecer mayor claridad) por Tomás Maruri.
Artículo original en Ingles: http://www.enlightenment-online.com/Enlightenment_and_the_Brain.html